miércoles, 10 de noviembre de 2010

LA NACION


Sabiduría
Jodorowsky para chicos
Con dibujos de Max Cachimba, se editó Memorias de un niño bombero
Miércoles 10 de noviembre de 2010 | Publicado en edición impresa

"Yo sabía que con un gesto de mis manos podía abrir una puerta en el cielo. Sabía que me era posible extraer de la montaña un corazón de cristal. Me bastaba dar un salto con la mente para entrar en la cabeza de un águila y planear el día entero sobre el valle. Podía comprender los textos sagrados que se deslizaban en el murmullo de las hojas.

Las moscas no lograban ocultarme que eran reinas caídas de otro mundo", empieza Memorias de un niño bombero. Cuento mágico para niños mutantes, del escritor, psicomago, cineasta, dramaturgo, actor, poeta y tarotista Alejandro Jodorowsky, que pasó hace unos días por Buenos Aires para celebrar un Acto poético por la paz en homenaje a Abuelas de Plaza de Mayo, una charla abierta en el Malba frente a una multitud de fans intensos que desafiaron la lluvia y el cortejo fúnebre presidencial, y para presentar la edición local de esta historia infantil, publicada por Planta Editora, con lindos dibujos del rosarino Max Cachimba.

Y sigue el monólogo del protagonista, un chico con pelo casi de fuego, seguramente primo cósmico de El Principito: "¿Sentirme en peligro? ¿Por qué, si yo tenía la absoluta seguridad de que nunca iba a morir? Todos los seres vivientes, es decir todo lo existente, incluso el agua o las rocas, eran mis aliados. Nos unían invisibles hebras de oro. El universo entero formaba parte de mi cuerpo y mi aldea se prolongaba hasta las ocho esquinas del cosmos. Sentados en sus barcas, cerca de la playa, los pescadores me saludaban alzando un remo. Sentados en sus tumbas, en el cementerio, los difuntos me saludaban alzando una corona. Así es, yo lo sabía, yo lo podía todo. Tenía 6 años."

En 22 páginas, hay concentración de sabiduría espiritual para chicos y grandes. Más allá de historias de bomberos y madres en formato fantasmal, la historia pone frente a frente, como se lee en la contratapa, a "un niño con su padre y, a través de ellos, muestra dos modos de vivir y estar en el mundo: uno aferrado a las limitaciones de la mente, otro abierto a todas las manifestaciones del universo".

Más datos, www.plantaeditora.blogspot.com

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